Kamba era un gorila que vivía en el Amazonas con su esposa Kala y con su hijo Juanito, ellos vivían allí vigilando no solo el rebaño gorila, sino pendientes de que nadie, sobre todo el hombre, fuera como lo hace siempre a devastar y deforestar la amazonia.
Ocurrió que un día la familia hacía su cotidiano viaje aéreo aferrado de grandes bejucos, o cordones vegetales inmensos que se desprenden de los árboles, estos viajes también los aprovechaba la familia para buscar alimentos.
De repente Juanito grita con miedo y le dice a Kamba y a Kala, señalando el río:
- ¡Miren, padres, allá… allá… vean, a la orilla, ahí están, los devoradores de la selva, vienen a matarnos!
- Otra vez –dice angustiada Kala, quien les ordena detenerse y refugiarse en uno de los árboles, que les permita ver lo que hacen los humanos.
Kamba observa y con sabiduría le dice a su familia:
- No tengamos miedo a esos desconocidos, vamos a reunir a todas las especies y a pedirle al espíritu de la selva que se hagan vampiros y caníbales para asustarlos y que se vayan corriendo de aquí.
- No papi -le dice Juanito-, yo quiero que tú los saques de aquí como sea, ellos me dan mucho miedo.
Kala piensa y entonces le aconseja a Kamba:
- Juanito tiene razón, solo tu puedes darles un buen susto, vamos Kamba utiliza tus poderes.
- ¿Mis poderes mágicos para eso? –responde Kamba.
- Si papi –le dice Juanito-, vuélvete caníbal y sálvanos.
- Sino cuidamos nuestra casa, esos depredadores humanos acabaran con el agua, los ríos se volverán mas pequeños, talaran nuestros árboles, exterminaran todas las especies y todos moriremos –dice Kala muy preocupada.
- Si papi, no dejes que esos monstruos arrasen lo nuestro.
Mientras tanto los hombres que habían llegado bajaban de los barcos maquinas para tumbar árboles, tractores para nivelar la tierra, motores para extraer el agua y hablaban de construir selva adentro un enorme campo turístico, pues esto seria el negocio del siglo.
Kamba se enfureció, eso era una burla, un abuso y entonces decidió convertirse en el “GORILA ARGOS”, es decir, en el gorila de los cien ojos y se hizo gigante guardián de la selva del Amazonas, él sentía que así se hacia un fiel defensor de la fauna y de la flora. Reunió a todas las especies y los organizó como soldados y nombró a todos los leopardos comandantes para que dirigieran a todos los soldados que eran pajaritos, culebras, loros, leones, elefantes, jirafas, en fin a todos los seres animales de la selva.
Así se dispusieron al mando del “GORILA ARGOS” para atacar a los depredadores humanos.
En la noche los forasteros hicieron fogatas y un gran incendio selva adentro comenzó su destrucción. Los caimanes, elefantes y pescados comenzaron su tarea de bomberos y cargaban en sus gargantas agua que expulsaban hacia el terrible incendio. Los leopardos con todos sus soldados rodearon el campamento de los humanos y ante el terror y el asombro Kamba, ahora convertido en el “GORILA ARGOS” se les presento a los usurpadores quienes temblaron de susto y muchos salieron espantados.
Kamba dio la orden de atacar, él solo exterminó a más de 500 hombres, pues sus ojos recogieron el fuego que los hombres habían hecho, y se los devolvió; comandantes y soldados persiguieron a los intrusos y los exterminaron uno a uno. La batalla fue fácil, el incendio lo apagaron rápido y Kamba el “GORILA ARGOS” destruyó toda la maquinaria, equipos y naves que los depredadores habían traído para conquistar y dañar los pulmones de América.
Kala y Juanito estaban orgullosos de Kamba y toda la selva retumbaba de alegría, todos los animales cantaban, reían, gritaban y un suave viento hacía que los árboles y las hierbas bailaran con la felicidad de haberse salvado.
Kamba, el “GORILA ARGOS”, decía:
- Nunca permitiremos a los depredadores humanos que nos vengan a esclavizar y a exterminar nosotros somos la verdadera naturaleza.
Y todos aplaudieron
Ocurrió que un día la familia hacía su cotidiano viaje aéreo aferrado de grandes bejucos, o cordones vegetales inmensos que se desprenden de los árboles, estos viajes también los aprovechaba la familia para buscar alimentos.
De repente Juanito grita con miedo y le dice a Kamba y a Kala, señalando el río:
- ¡Miren, padres, allá… allá… vean, a la orilla, ahí están, los devoradores de la selva, vienen a matarnos!
- Otra vez –dice angustiada Kala, quien les ordena detenerse y refugiarse en uno de los árboles, que les permita ver lo que hacen los humanos.
Kamba observa y con sabiduría le dice a su familia:
- No tengamos miedo a esos desconocidos, vamos a reunir a todas las especies y a pedirle al espíritu de la selva que se hagan vampiros y caníbales para asustarlos y que se vayan corriendo de aquí.
- No papi -le dice Juanito-, yo quiero que tú los saques de aquí como sea, ellos me dan mucho miedo.
Kala piensa y entonces le aconseja a Kamba:
- Juanito tiene razón, solo tu puedes darles un buen susto, vamos Kamba utiliza tus poderes.
- ¿Mis poderes mágicos para eso? –responde Kamba.
- Si papi –le dice Juanito-, vuélvete caníbal y sálvanos.
- Sino cuidamos nuestra casa, esos depredadores humanos acabaran con el agua, los ríos se volverán mas pequeños, talaran nuestros árboles, exterminaran todas las especies y todos moriremos –dice Kala muy preocupada.
- Si papi, no dejes que esos monstruos arrasen lo nuestro.
Mientras tanto los hombres que habían llegado bajaban de los barcos maquinas para tumbar árboles, tractores para nivelar la tierra, motores para extraer el agua y hablaban de construir selva adentro un enorme campo turístico, pues esto seria el negocio del siglo.
Kamba se enfureció, eso era una burla, un abuso y entonces decidió convertirse en el “GORILA ARGOS”, es decir, en el gorila de los cien ojos y se hizo gigante guardián de la selva del Amazonas, él sentía que así se hacia un fiel defensor de la fauna y de la flora. Reunió a todas las especies y los organizó como soldados y nombró a todos los leopardos comandantes para que dirigieran a todos los soldados que eran pajaritos, culebras, loros, leones, elefantes, jirafas, en fin a todos los seres animales de la selva.
Así se dispusieron al mando del “GORILA ARGOS” para atacar a los depredadores humanos.
En la noche los forasteros hicieron fogatas y un gran incendio selva adentro comenzó su destrucción. Los caimanes, elefantes y pescados comenzaron su tarea de bomberos y cargaban en sus gargantas agua que expulsaban hacia el terrible incendio. Los leopardos con todos sus soldados rodearon el campamento de los humanos y ante el terror y el asombro Kamba, ahora convertido en el “GORILA ARGOS” se les presento a los usurpadores quienes temblaron de susto y muchos salieron espantados.
Kamba dio la orden de atacar, él solo exterminó a más de 500 hombres, pues sus ojos recogieron el fuego que los hombres habían hecho, y se los devolvió; comandantes y soldados persiguieron a los intrusos y los exterminaron uno a uno. La batalla fue fácil, el incendio lo apagaron rápido y Kamba el “GORILA ARGOS” destruyó toda la maquinaria, equipos y naves que los depredadores habían traído para conquistar y dañar los pulmones de América.
Kala y Juanito estaban orgullosos de Kamba y toda la selva retumbaba de alegría, todos los animales cantaban, reían, gritaban y un suave viento hacía que los árboles y las hierbas bailaran con la felicidad de haberse salvado.
Kamba, el “GORILA ARGOS”, decía:
- Nunca permitiremos a los depredadores humanos que nos vengan a esclavizar y a exterminar nosotros somos la verdadera naturaleza.
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